viernes, 26 de diciembre de 2014

Capítulo 0 del podcast La agOra de Salviati

Desde que me recuerdo he estado interesado por la ciencia, sorprendido por lo cotidiano, curioso y escéptico… pero creo que estaba encerrado dentro de mí mismo, tímido del mundo. En Octubre de 2009 fui al cine a ver la película agOra, de Alejandro Amenabar. El terremoto emocional que me causó esta película, la reivindicación tan grande y tan clara de la ciencia que se hace en ella destapó la tapa de mi olla.

Había probado tímidamente a discutir vía correo con algunos familiares y amigos de temas científicos, pero necesitaba más. Comencé a escribir el blog “la agOra de Salviati”, en blogspot, y descubrí que cuantos más post hacía, más feliz estaba, y más aprendía de lo que yo mismo escribía. Descubrí que pensar, y hacer pensar podía ser mi pasatiempo preferido, y que la filosofía de la ciencia era una parte importante de mí.

Salviati, el personaje en el que Galileo Galilei encarnaba su propia opinión en sus libros escritos en forma de diálogos pasaba a ser mi seudónimo, y relacionando la película y las ganas de formar un círculo sobre el que hablar de ciencia, llegué al nombre para el blog.

Facebook fue el siguiente salto, pues las verdaderas maratones de discusiones se han dado allí.

Hace unos meses, gracias a mi amigo Rafa Reina, he descubierto la potencia comunicativa de los podcast de ciencia, a los que rápidamente he sucumbido como adicto. A hombros de gigantes, cienciaes, la buhardilla 2.0, la mecánica del caracol, 100x100 ciencia y muchos otros están en mi oído a cada oportunidad. El siguiente paso estaba claro.

No soy escritor pero escribo, no soy científico ni filósofo pero mi ignorancia es atrevida y me permito opinar sobre ciencia y filosofía, no soy divulgador pero no renuncio a intentar hacerte pensar. No tengo ni una sola actitud que me relacione con la radio, pero me he puesto a prueba y he conseguido hacer unos cuantos podcast y me ha encantado… así que ya no voy a parar.

He decidido hacer este capítulo 0 para presentarme y explicar origen y contenido de la agOra. Si te quedas conmigo eliges la pastilla roja, te quedas en el país de las maravillas e intentaré enseñarte mi modesta y particular madriguera de conejos. Hal 9000 te preguntará si soñará una y otra vez. Intentaré sorprenderte con lo cotidiano, tal como me pasa a mí, como un niño buscaré la pregunta y como el principito la repetiré las veces que haga falta. No estoy solo, Sagan, Tesla, Galileo, Giordano, Hypatia, Darwin, Alhacen y tantos otros me acompañan. Mis respuestas no tienen miedo a las preguntas porque son ellas las primeras que han dudado de sí mismas, con escepticismo. Pero tienen sus pies en el camino de la ciencia, que si bien es incierto como todos los caminos, es el único que se puede llegar a acercar al espejismo de la realidad.

Te prometo un pequeño viaje para el pensamiento en cada podcast, con una temática tan variada como permite la propia ciencia, siempre subjetivada y autóctona. Una vuelta por cada pensamiento que me ha abierto una puerta a algo interesante. Un momento para montar a Rucio y alucinar con las locuras de un modesto Quijote, que a lomos de su ignorancia no le tiene miedo a las aspas de la realidad. Si quieres ser mi Sancho Panza y poner un poco de cordura puedes dejar comentarios, opiniones o insultos en el blog o en Facebook.
Pensar y hacer pensar.

miércoles, 26 de noviembre de 2014

El serio y rico hombre de negocios.

Érase una vez un rico hombre de negocios. Trabajaba como asesor en la junta directiva de una gran empresa farmacéutica, gracias a ser también, uno de los principales accionistas de la misma.

Un día se celebró una importante reunión: Se discutía sobre la estrategia de la empresa para los próximos años. La decisión más importante era sin duda la cantidad de dinero que se iba a destinar a la investigación de medicamentos para enfermedades de corta duración con respecto a las más rentables que son las enfermedades que se vuelven crónicas.

Otro orden del día era si se iba a destinar, aunque fuera poco, a la investigación de enfermedades "raras", que afectaban a pocas personas y por lo tanto de escasa o nula rentabilidad.

También se tenía que dejar claro si la empresa iba a luchar por curar las enfermedades crónicas o si iba a limitarse a fabricar los tratamientos para los síntomas de estos enfermos.

Él era un hombre serio [como diría el principito], y estaba más que convencido que cuales son las cosas importantes, así que no dudó ni un momento a la hora de la votación final. Todas las decisiones estaban en el aire porque había mucha igualdad entre los que se decantaban por unas opciones y por otras, pero gracias al voto final de nuestro rico hombre de negocios, la empresa se limitaría los próximos años a las investigaciones más rentables. No se invertiría nada en enfermedades de corta duración, ni un solo euro para enfermedades "raras" y nada de buscar curas para enfermedades crónicas, solo tratamientos sintomáticos.

Así pasaron unos años, hasta que nuestro rico hombre de negocios dejó su trabajo activo en la empresa y se quedó solo como accionista. Iba a tener a su primer nieto y había pasado tanto tiempo trabajando en su vida que apenas había disfrutado de estar con su mujer y su única hija.

Su sorpresa empezó al nacer su nieto, ya que fue diagnosticado rápidamente de progeria de Hutchinson-Gilford, una enfermedad "rara" que afecta a muy poca población y que provoca envejecimiento prematuro. Al mes siguiente su mujer tuvo que ser ingresada: Una gripe que no terminaba de curarse se convirtió en neumonía. Está se complicó con insuficiencia respiratoria y derrame pleural. Cuando quisieron darla cuidados intensivos era demasiado tarde. Su mujer había fallecido. Su hija estaba totalmente hundida: Su madre había muerto y su hijo viviría poco tiempo, y con mala salud. Del disgusto nuestro serio y rico hombre de negocios sufrió un desmayo. Al despertar los médicos le informaron que había sufrido un shock insulínico, y que sería diabético insulinodependiente para el resto de su vida.

Tras el entierro fue a su casa, que parecía más grande, silenciosa e impersonal que nunca. Tenía una carta de su banco, y casi por inercia la abrió y comenzó a leerla. Se cumplían cinco años desde el cambio de rumbo de la empresa y tras cerrar el año fiscal estaban repartiendo los jugosos beneficios entre sus accionistas. Se alegraban mucho de ingresarle 101 millones de euros en su cuenta de Suiza.

Nuestro rico hombre de negocios era un hombre muy serio, sabía lo que era importante. Ahora miraba aquellos ceros en el extracto de su cuenta corriente.


jueves, 20 de noviembre de 2014

¿Qué le dice una neurona a otra?

Con este título parece que voy a contar un chiste... ; - )

A menudo utilizo mis neuronas para pensar sobre las neuronas.

He hecho algunas actividades y leído algunos libros que hablan sobre el gran misterio de funcionamiento cerebral, y me he dado cuenta de que a pesar que estamos solo empezando se sabe mucho más de lo que en principio se puede suponer.

Desde que el gran Cajal consiguiera teñir y observar la primera neurona que fuimos capaces de ver nítidamente se han hecho avances que nos han permitido saber que existen un ingente número de neuronas que se interconectan creando circuitos. Nos han permitido saber que son capaces de crear pequeñas diferencias de potencial que desencadenan corrientes eléctricas a través de las cuales se envía la información de una neurona a otra. Sabemos que las neuronas no se tocan... en el espacio de unión de una con otra se segregan y captan sustancias químicas neurotransmisoras. Los estudios sobre anatomía cerebral son impresionantes, y revelan una de las mayores potencias con las que cuentan nuestros sistemas nerviosos centrales: su plasticidad. Los diferentes órganos que se encargan de funciones específicas han sido localizados, y una vez más nos sorprendemos al darnos cuenta de la gran deslocalización de la actividad ante acciones cotidianas. La comunicación con el resto del cuerpo, la espina dorsal, la posición tan especial que ocupa como órgano dentro de nuestro propio cuerpo, etc... tantas y tantas cosas con las que quedarnos atónitos. Incluso está en marcha el proyecto brain para conseguir el conectoma, el mapa completo de las conexiones neuronales.

Ante todo este panorama surgido de innumerables estudios e investigaciones he caído en una cuenta: Todo lo que se estudia hace referencia a cómo suceden las cosas: Cómo habla una neurona con otra, cómo ocurre tal cosa o tal otra, etc. Sabemos bastante sobre los procesos físico-químicos que contestan a estas preguntas, pero yo tengo otra ¿Qué se dicen las neuronas?

Potencial de acción, canales de calcio, sinapsis... todo habla sobre cómo hablan las neuronas, pero yo creo que debería haber una especialidad en el estudio del cerebro que buscara el lenguaje que usan estas para representar información, qué se preocuparan de qué se están diciendo y como se codifica una idea o un recuerdo en ese sistema lógico de representación de información.

Solo investigamos el hardware de nuestro cerebro, pero deberíamos preocuparnos por saber más acerca de su software.

No creo que sea pronto para esta labor. Yo mismo en mi absoluta y atrevida ignorancia puedo intentar formular alguna hipótesis aunque sea heurística: Todas las neuronas aparentan trabajar con el mismo esquema químico, luego parece que todas ellas hablan el mismo idioma. Aunque solo a bajo nivel, es decir, todas las máquinas informáticas del mundo hablan el mismo idioma, el binario, pero a partir de ahí todo el software que crece sobre ese idioma puede ser muy muy distinto de una máquina a otra. Quizá suceda igual.

Una vez un amigo me dijo que se puede hacer tantos símiles entre informática y nuestros sistemas nerviosos porque estos están diseñados por nosotros a su imagen y semejanza... pero sigo pensando que hay más. Pretendemos un objetivo común, el de manejar información y lo conseguimos con sistemas diferentes, pero que sospechosamente cada vez se parecen más (sí, es cierto que estamos aún lejos de poder compararlos en algunos aspectos).

Seguiré pensado en neuronas usando neuronas... y en el lenguaje que usan las neuronas, precisamente utilizándolo... ¡¡qué paradoja!!!


viernes, 8 de agosto de 2014

Remake de COSMOS, capítulo 13.

COSMOS fue una serie que recuerdo de muy pequeño, y cada vez que la volvía a ver cobraba una nuevo sentido, al ser yo diferente. Ahora, con el genial remake que han hecho, el impacto de esta serie ha sido definitivo ya que la ciencia es una parte muy importante de mí mismo.

El diálogo final del último capítulo me pone los pelos de punta cada vez que lo veo, me humedece los ojos al escuchar lo que mi interior ha gritado en silencio tantas veces.

Aquí transcribo ese diálogo, porque creo que debe formar parte de esta mi pequeña agOra:


"¿Cómo es posible que siendo una criaturas tan pequeñas y viviendo en una mota de polvo, hayamos conseguido averiguar cómo enviar naves que recorran las estrellas de la vía láctea? Hace solo un par de siglos, o unos meros segundos en nuestro tiempo cósmico, no sabíamos nada sobre donde o en qué momento estábamos. Ignorantes sobre el resto del cosmos, vivíamos en una especie de prisión, en un diminuto universo limitado por una cáscara de nuez.

¿Cómo conseguimos escaparnos de aquella cárcel? Fue gracias al trabajo de generaciones de investigadores que siguieron a rajatabla cinco sencillas normas:

• Cuestionar la autoridad. Ninguna idea es cierta solo porque alguien lo diga, incluyéndome a mí. Pensar por uno mismo. Cuestionarse a uno mismo.
• No creer algo solo porque queramos hacerlo, creer en algo no lo convierte en realidad.
• Demostrar las ideas con pruebas obtenidas a través de la observación y la experimentación. Si una idea no pasa un experimento bien diseñado es errónea. Asumámoslo.
• Seguir las pruebas allá donde nos lleven. En caso de no tener prueba reservarnos los juicios.
• Y quizás la norma más importante de todas: Recordar que uno puede estar equivocado. Incluso los mejores científicos se han equivocado en algunas cosas. Newton, Einstein y otros grandes científicos de la historia. Todos han cometido errores. Claro que sí, eran humanos. La ciencia es una forma de evitar engañarnos a nosotros mismos y a los demás.

¿Pero algún científico ha actuado mal? Por supuesto. Hemos utilizado la ciencia de forma incorrecta, igual que cualquier herramienta a nuestra disposición, y por eso no podemos permitirnos dejarla en manos de una minoría poderosa. Cuanto más nos pertenezca la ciencia a todos menos probabilidades habrá de que se le dé un uso incorrecto.

Estos valores debilitan el atractivo del fanatismo y la ignorancia, y en resumidas cuentas, el universo es sobre todo oscuro salpicado por pequeñas islas de luz. Averiguar la edad de la tierra, la distancia a las estrellas, o cómo evoluciona la vida… ¿Qué diferencia hay? Bueno, parte de ello depende de lo grande que sea el universo en el que estamos dispuestos a vivir. A algunos les gusta pequeño, y no pasa nada, es comprensible. Pero a mí me gusta grande y cuando asumo todo esto en mi corazón y mi cabeza me siento reconfortado. Y cuando me siento así quiero saber que es real, que no es solo algo que está pasando en el interior de mi cabeza. Porque importa lo que sea cierto. Nuestra imaginación no es nada comparada con la increíble realidad de la naturaleza.

Quiero saber qué hay en esos lugares oscuros y qué ocurrió antes del big bang. Quiero saber que hay más allá del horizonte cósmico, cómo surgió la vida. ¿Hay otros lugares en el universo donde la materia y la energía hayan cobrado vida, y sean conscientes? Quiero conocer a mis antepasados… a todos ellos. Quiero ser un eslabón bueno y fuerte en la cadena de las generaciones. Quiero proteger a mis hijos y a los niños del futuro.

Nosotros, que representamos la vista, el oído, los pensamientos y los sentimientos locales del cosmos, hemos empezado a conocer la historia de nuestros orígenes. Polvo de estrellas contemplando la evolución de la materia, trazando ese largo camino gracias al cual hemos tomado conciencia. Nosotros y el resto de seres vivos del planeta llevamos un legado de evolución cósmica que abarca miles de millones de años. Si nos tomamos ese conocimiento en serio, si conocemos y amamos la naturaleza tal y como es en realidad seremos recordados como eslabones buenos y fuertes en la cadena de la vida, y nuestros hijos continuarán esta sagrada búsqueda viendo por nosotros igual que nosotros hemos visto por aquellos que llegaron antes que nosotros, y descubriendo maravillas con las que aún ni hemos soñado en el COSMOS."

Gracias Carl Sagan. Gracias Neil deGrasse.

miércoles, 6 de agosto de 2014

Un fallo en la supervivencia.

No tenemos los detalles de cómo comenzó la vida en nuestro planeta, pero sí podemos imaginar un proceso de acumulación de información química que dio como resultado moléculas que podían reproducirse a sí mismas y estructuras vesiculares que imponían una diferencia entre el exterior y el interior de ellas. ARN y protomembranas celulares dieron lugar (junto con todo un ejército de maravillas biológicas), con el suficiente tiempo, a la biodiversidad que hoy día empapa nuestro planeta hasta límites que aún estamos descubriendo.

La lucha de la vida por perpetuarse siempre fue la misma: Había un problema. Las moléculas que sustentan la vida tienen un alto nivel de orden interno. Su sofisticada tecnología solo funcionaba si había un número de átomos concreto y su posición debía ser precisa. Esto es lo mismo que decir que contienen información, y como toda información de este universo estaba expuesta a la segunda ley de la termodinámica. Como existen muchas disposiciones de esos átomos que no forman una molécula biológica y solo una que sí, los cambios naturales o el simple paso del tiempo y la relación química con el entorno llevan a la molécula biológica a romperse y dejar de serlo, por pura estadística.

¿Qué solución tomó la vida para sobrevivir? La única que podía permitirse: la duplicación. Ya que tenía fecha de caducidad, toda forma de vida se las ingeniaba para reunir la información biológica que la componía y hacer una copia de sí misma. Una vez muerta, su vida continuaría en la siguiente generación. Si no conseguía reproducirse a tiempo se extinguía, de tal forma que la siguiente generación solo estaba compuesta por quienes sí habían sido capaces. La selección natural estaba en marcha.

El método funcionó a la perfección, y durante millones de años mantuvo la vida sobre nuestro planeta, pero la información que se legaba de una generación a otra era siempre pura información química sobre morfología, el detalle de la forma del ser vivo.

Mucho después surgió un tipo de célula muy especial. Se encargaba de recoger información sobre lo que sucedía en uno de sus extremos y hacerlo llegar al otro mediante un mensaje electro-químico. Cuando toda una red de estas células se unía, el ser vivo era capaz de sentir mejor su entorno y por lo tanto estar más preparado ante peligros o conseguir su alimento más fácilmente. Esto le hacía sobrevivir más y por lo tanto llegaba en mayor número a la siguiente generación. De esta forma, y siempre por selección natural, surgimos los seres vivos con sistema nervioso.

Aquí empezó lo que verdaderamente quiero escribir en este post, algo sin duda polémico y que me va a costar encontrar quien esté de acuerdo conmigo.

Las neuronas tenían un nuevo tipo de información que no pasaba a la siguiente generación. Al principio no fue un problema, solo se trataba de información sensorial básica y sin importancia, pero según se complicaron los sistemas nerviosos, y definitivamente con la aparición de sistemas nerviosos centrales (cerebros), la información que acumulaba un individuo durante su vida no pasaba a la siguiente generación, muriendo junto con él. El sistema de duplicación para mantener la vida falló, ya que fue creado para individuos más sencillos.

Los animales con cerebros más capaces, en lo que para mí es un intento desesperado e insatisfactorio para solventar este fallo inventaron la cultura. Enseñaban a sus hijos algunas de las cosas que habían aprendido en sus vidas para que ellos tuvieran esa información. Así, algo de su experiencia sobrevivía, pero ni mucho menos todo lo que ellos eran.

Nosotros los Sapiens seguimos sufriendo este fallo. Nos morimos sin ser capaces de legar toda la información que alberga nuestro cerebro a nuestros hijos, que se ven obligados a dedicar gran parte de sus vidas solo a intentar acumular una ínfima parte de información de todo lo vivido por cada uno de nosotros.

¿No es hora ya de darnos cuenta de que estamos muriendo por un fallo de la reproducción, que fue inventada para individuos sin cerebro? ¿No es hora de que dediquemos sin complejos nuestros esfuerzos tecnológicos a sobrevivir de verdad, con toda nuestra información acumulada durante nuestras vidas? Estamos acostumbrados a nacer y morir, a envejecer diciendo "es ley de vida". A llorar a nuestros muertos y saber que antes o después también desapareceremos.

Sé que es duro leer estas palabras, que lo que estoy diciendo es como poco impopular, pero creo que envejecer es una enfermedad, que nacer y morir son lacras evolutivas que no nos mantienen con vida, tan solo hacen que sigamos existiendo como especie, por el simple hecho de que como técnica de supervivencia han quedado anticuadas.

Necesitamos inventar nuestro propia técnica de supervivencia, pasar a vida 2.0, alcanzar una forma para nosotros mismos que nos permita vivir de verdad, sin muerte, sin necesidad de reproducción, sin envejecimiento sino todo lo contrario, enriquecimiento acumulando todo lo que vivimos para siempre ¿Hasta dónde llegaríamos si consiguiéramos vivir así? Porqué conformarnos con menos.


miércoles, 30 de julio de 2014

El extraterrestre que cometió un error.

Historia leída por ahí...

Érase una vez un extraterrestre que llegó a nuestro planeta tierra. Era muy simpático y enseguida fue bien acogido por la comunidad internacional. Todos nos maravillábamos del insólito encuentro.

Nuestro nuevo amigo solo pidió una cosa: Por favor, dadme todo el conocimiento que podáis de todas las culturas de vuestro planeta. Su deseo fue cumplido y miles de libros, con la parte más significativa del conocimiento humano, fueron regalados al extraterrestre. Nadie se explicaba para qué los podía querer, si no le cabían en su pequeño platillo volante (no podía ser otro tipo de nave espacial, claro... para eso es un extraterrestre)

Él, asignó un número a cada letra o símbolo de puntuación que aparecía en cada uno de los libros. Después, apuntó (era un extraterrestre muy trabajador y con mucha paciencia) cada uno de los números que correspondían a cada una de las letras de los libros uno detrás de otro, formando una enorme fila de números. Una vez había terminado le puso un cero delante y una coma, formando así un número entre 0 y 1 con muuuuuuuchos decimales (cualquier número entero al que le pongas delante 0, forma un número entre 0 y 1)

Sacó de su platillo volante una barra larga de algún metal muy pulido y fijándose en el número que había conseguido hizo una única marca sobre la barra de metal, que representaba la posición del número decimal, considerando un lado de la barra como el cero y el otro lado como el uno.

¡¡Gracias humanos!!!, aquí llevo conmigo todo el conocimiento que me habéis proporcionado. Y colgó la barra de metal junto con otras cientos que ya llevaba expuestas en el interior de su platillo, cada una de ellas con una sola marca.

Y colorín, colorado, este cuento se ha acabado.

¿Qué error cometió el extraterrestre? ¿Es posible codificar una cantidad inmensa de información en una sola marca que representa un número entre 0 y 1?

martes, 29 de julio de 2014

Al otro lado del universo. Sustancia información.

Viendo el estupendo remake de COSMOS no puedo evitar pensar sobre el terrible (por inimaginable) tamaño del universo que habitamos, y que, a pesar de dicho tamaño, las pobres artes de las que disponemos los pequeños humanos nos permiten hacer hipótesis sobre lugares que están al otro lado del universo (si es que se puede hablar de "el otro lado" tratándose del universo).

¿Podemos saber realmente algo sobre estos sitios? ¿Es nuestro sentido de la realidad suficiente como para acometer una tarea especulativa semejante? Quizá lo que trato de hacer sea osado, pero no me resisto a intentarlo , - ) Ya el genio de Carl Sagan y su equipo ideó un mensaje capaz de ser leído por cualquier civilización inteligente.

La información es una sustancia curiosa. Es imposible acabar con ella... mientras exista el universo contendrá información. Cada átomo, cada partícula tiene una naturaleza, una posición y una velocidad. Sin pretender entrar en incertidumbres (guiño, guiño), cada uno de ellos contiene, al menos, esta información básica (seguro que muchas, muchas otras).

Aquí viene el precioso juego que existe sobre la sustancia información, la guerra de las galaxias más antigua y que se mantendrá mientras el universo sea tal. Las que para mí son las dos leyes fundamentales de la naturaleza pelean entre sí, la una para crear sustancia información y la otra para destruirla. La primera sería la que me gusta llamar ley de leyes. La agrupación de cualquier elemento crea un nuevo tipo de información que tiene origen en la relación que establecen los elementos sencillos, creando una capa de información cualitativamente diferente. Nace información solo por agrupar elementos con información, y la nueva sustancia creada es diferente de la que contenían los elementos agrupados.

Un ejemplo de esto somos nosotros mismos. ¿Qué somos? ¿Somos átomos? ¿Somos moléculas? ¿Somos células? ¿Somos tejidos? ¿Somos órganos? ¿Somos nuestro cuerpo?. No a todas y si a todas. Si porque es cierto que estamos compuestos por todas estas cosas, pero no porque no somos solo esas cosas, sino la innegable necesidad de que estén agrupadas con tremenda precisión todas ellas formándonos. Si dudas de esto intenta vivir sin tu hígado , - ) La información que surge al agrupar nuestros átomos, moléculas, células, tejidos y órganos (que están renovándose constantemente) dan lugar a nosotros, no como la suma de todos los elementos agrupados, sino como un nuevo tipo de información, un ser vivo cantante y pensante , - )

Bueno, y qué ley de la naturaleza es esa que destruye información (que por cierto es la que nos hace tener que comer y morir). La mala de la película es la segunda ley de la termodinámica. Tiene definiciones difíciles de entender, pero para explicarla mal y pronto podríamos decir que el desorden aumenta con el tiempo. Cada instante, en todas partes, la información es destruida y diluida y no existe mecanismo que pueda detener tal destrucción. Incluso nuestra amiga la ley de leyes está sometida a su mandato, y para crear información siempre tiene que consumir aún más información de la que crea... así que ¡¡tenemos la guerra perdida desde el principio!!!

Se podría pensar que el universo nos odia o que una maldición de algún dios inventado nos mata poco a poco con esta ley, pero su origen es bien sencillo. Por cada estado de cualquier elemento que contenga información, existen muchos más estados de esos mismos elementos que suponen que ya no exista esa información. Por ejemplo: Un libro. Un ejemplar del Don Quijote de la Mancha puede tener unas 2.034.611 letras. ¿De cuantas maneras se pueden colocar estas letras? mmm... 27 letras + unos 10 símbolos de puntuación, ordenados de 2.034.611 en 2.034.611 son... 37 elevado a la 2.034.611 potencia.. es un número tan grande que mi Excel me ha mandado a paseo. Pues bien, ante esta abrumadora cantidad de posibilidades de combinar las letras que forman el Quijote, solo una de ellas da lugar a la historia auténtica y un pequeñísimo porcentaje mantendría con vida a nuestros simpáticos Sancho y Quijote. La segunda ley de la termodinámica, lo que viene a hacer, es dejar cambiar a los sistemas naturalmente, de tal manera, que como existen muchos más estados desordenados que ordenados, la información que contiene siempre va a menos, por pura estadística. Esto es lo que hace que todo se estropeé con el tiempo, que envejezcamos y muramos, que tengamos que comer y que tu PC no funcione si no lo enchufas.

Aquí viene nuestro viaje espacial instantáneo. Creo que al otro lado del universo existe información. Aunque el campo electromagnético y de higgs no estén vigentes, aunque los quarks no formen protones ni neutrones, aunque las leyes cuánticas superen el colapso de función de onda y alcancen el mundo macroscópico, el que sea una parte del universo, por definición de universo, implica que ha de contener sustancia información.

jueves, 10 de julio de 2014

¿Qué está pasando?

¿Qué está pasando?

Parece una pregunta simple y llana, sencilla de contestar. Hoy intenté hacerlo filosóficamente en un sueño, y terminé de hacerlo justo después, al despertar... Ahí va mi respuesta:

Lo que está pasando comienza en la que podríamos llamar realidad neta. Empezamos a tener sospechas de que es una inmensa sopa de cuerdas vibrantes que interactúan entre ellas, superponiéndose y anulándose.

Por encima de esta realidad neta está la física. Un universo de partículas que forman átomos incrustados en los distintos campos, siguiendo rigurosas y a veces alocadas leyes.

Del mundo físico nos llega solo lo que somos capaces de captar con nuestros sentidos. Aquí tendríamos el siguiente filtro. Oímos vibraciones en la atmósfera, vemos perturbaciones electromagnéticas de cierta longitud de onda, olemos y saboreamos distintas moléculas que entran en contacto con nosotros, sentimos temperatura y presión sobre nuestra piel. Poco más.

Y por fin llega lo que de verdad está pasando... que no es la realidad neta, ni la física, ni lo que nuestros sentidos son capaces de transmitir... Nuestro cerebro construye una realidad en el mundo de las ideas al que incorpora lo que es capaz de abstraer de lo sentido. Solo en este contexto tiene respuesta nuestra pregunta: ¿Qué está pasando? Están pasando ideas que construimos desde lo que sentimos de lo que sucede en el inmenso mundo físico que sospechamos es un reflejo de lo que es la realidad neta.

jueves, 15 de mayo de 2014

Algo sobre sexo

Ricardo Flores Joya:

Pienso que una persona en condiciones normales, físicas y psicológicas, y en edades adecuadas de desarrollo y madurez, no deja de estar interesada en el sexo. Mejor dicho, siempre lo está. De alguna manera o de otra, el sexo integra condiciones esenciales para la reproducción y supervivencia de las especies de la naturaleza, y en el ser humano, especialmente, condiciones elementales para desarrollar una vida sana en el aspecto físico, emocional y espiritual.

Obviamente, el deseo sexual, como el acto mismo, es una función del organismo en determinada fases física y mental. Algo tan natural como beber y comer; de la misma forma, ni más ni menos, que las demás especies de la Naturaleza. Pienso que en todas las especies, con excepción del ser humano, esto no constituye ningún problema.

En la naturaleza humana, hay algo particular con el sexo, y este es el placer sexual, y esto marca la gran diferencia con las demás especies: EL PLACER. Según estudios y descubrimientos sólo el ser humano, el delfín y una que otra especie del mono sienten placer en el acto sexual. Las demás especies de animales hacen el sexo únicamente por motivos de procreación; sin experimentar placer. La hembra tiene sus períodos de "celo" cuando es el tiempo apropiado para poder concebir y dar lugar al nacimiento y propagación de sus respectivas especies. El hombre y la mujer, no tienen cortapisas, ni ataduras, y generalmente ni regla moral para buscar el sexo, una vez que el deseo normal o incontenible aparece.

Por supuesto que el sexo tiene su importancia esencial en la vida. En condiciones mentales y endocrinas normales es muy difícil vivir sin sexo aunque reconozco que algunas personas, en alguna etapa determinada de la vida, se abstengan de hacerlo por motivos religiosos, personales, de salud, determinación, etc. Sin embargo, no es el caso de la generalidad que, en ocasiones, al carecer de una compañía para hacer el sexo, se complacen en su misma persona. Me arriesgo y me atrevo a decir que esto puede ser un hábito común en determinado momento o circunstancias de la vida y en muchos casos, por siempre.

En realidad, no veo ningún problema en el deseo sexual ni en el acto sexual mismo; al contrario, como he apuntado anteriormente, es muy sano, necesario y hasta indispensable el sexo en sus dimensiones y proporciones normales.

El problema, radica, quizás, en lo que podríamos considerar como una adicción; lo cual, me atrevería a decir que un porcentaje elevado de los hombres y tal vez un porcentaje un poco menor de mujeres, lo padecen (No estoy seguro). No estoy diciendo que todo el tiempo, pero sí en gran parte de la existencia, se padece este flagelo. Si, un flagelo, cuando constituye una adicción como cualquier otra adicción, ya sea la bebida, el tabaco, el juego, alguna creencia o algún tipo de adicción "espiritual" esa de los ascetas, o gente recluida en monasterios o sitios similares donde se privan de cualquier tipo de libertad elemental.

Cuando una persona, carece de una expresión creativa en la vida, le da una importancia sobre dimensionada, excesiva al sexo, y este se vuelve un problema muy agudo. La persona busca a cualquier costo, satisfacer ese desbordante deseo sexual y es entonces que se desencadena todo tipo de abusos, y todo tipo de desorden criminal de violaciones, hasta de inocentes niños. Esto, obviamente, pasa debido a cierta inconformidad, vacuidad, conflictos personales, que la persona insatisfecha consigo misma, abrumada muchas veces por cierto conflicto personal, físico o sicológico, busca escapar de sus problemas en el sexo, la bebida, o a cualquier tipo de alejamiento o estúpida creencia.

Esto también desborda al ser humano a inclinaciones de búsqueda de todo tipo de escape, ya sea este religioso, político, social o espiritual como sucede con el escape a todo tipo de adicciones. Y claramente podemos ver que el resultado de todo este cambio es el sometimiento a otra clase de cadenas que siguen esclavizando la mente y la voluntad del ser humano.

Como dije, el sexo es una parte esencial en la vida, pero no lo es todo. En condiciones normales es hasta necesario. La adicción al sexo solo es posible cuando no hemos descubierto la parte creativa de nuestra vida, la parte creativa que puede ser cualquier cosa que sepamos hacer y que la hagamos con satisfacción, ya sea pintar, escribir, dibujar, construir. Puede ser el jardín, la cocina, hablar en público, la decoración, alguna profesión o dedicación que nos guste, que verdaderamente, nos dé satisfacción. Todo con agrado, con alegría, con amor.

El problema es que no hemos descubierto esa parte creativa de nosotros, que todos tenemos, por dedicarnos muchas veces a labores, faenas o trabajos que no queremos, que no nos gustan que aborrecemos, que odiamos, pero que sin embargo, "por necesidad" mantenemos
porque nos pagan bien o simplemente necesario para la subsistencia. Y sentimos, verdaderamente, miedo o como quieran llamarle, de afrontar o enfrentar otra realidad que podría ser nuestra liberación. De lo contrario, pues, buscamos una salida para huir de nuestra soledad e insuficiencia, de nuestra inseguridad, y acudimos al sexo, la bebida, el juego o a cualquier estúpida creencia religiosa o de otro tipo, para sentirnos bien e importantes temporalmente. Pero hasta ahí. Después a lo mismo, al mismo rol de decadencia, inseguridad y soledad, al conflicto y sufrimiento, y nos conformamos.

Si aún no han descubierto alguna habilidad, algo creativo, que les satisfaga y les haga sentir contentos y felices; a través de ir conociendo, observándose a ustedes mismos, irán descubriendo ese potencial o habilidad aún oculta en el inconsciente y que puede ser la verdadera liberación del miedo, la soledad, la inseguridad y las adicciones.. Y a disfrutar de los placeres y atracciones de la vida, incluyendo el sexo, con normalidad y alegría. Porque es preferible "hacer el amor que hacer la guerra"

rfloresjoya-

Rubén de Iscar Camacho:

Desde cierto punto de vista, se puede considerar nuestros cuerpos, nuestras vidas, como los vehículos que utilizan nuestros genes para mantenerse en el mundo. Una de las necesidades más acuciantes, visto así, para nuestro ADN sería perpetuarse en la próxima generación, a poder ser mezclado con otro ADN que sea lo más saludable posible. Esa es la función biológica del sexo, la mezcla genética.

¿Cómo consigue el ADN que el ser vivo que lo forma y contiene se asegure de mezclarle con otro ADN bien elegido? Para los animales más sencillos es fácil: por instinto. Subconscientemente, y sin que nadie les enseñe ni les indique cuándo ni cómo siguen el ritual marcado en su especie para poder hacer la mezcla genética y perpetuar la especie, con cortejos más o menos elaborados dependiendo de la complejidad del animal, y destinado siempre a elegir lo mejor posible en base siempre a la supervivencia , - )

Cuando llegamos los animales con capacidades mentales llamadas superiores, consciencia, el truco del instinto no era suficiente. Tenía que haber un "engaño" para que el sexo siguiera asegurando la mezcla genética y manteniendo viva a la especie. En los casos en los que no era así, la especie se extinguía, dejando paso a los que sí lo hacían. Ahí surgió el placer. ¿Qué es?: un sentimiento, es decir, un mensaje que va desde nuestro subconsciente hacia nuestro consciente para condicionar nuestro comportamiento según nuestras propias necesidades. Placer y deseo sexual están diseñados para asegurar la mezcla genética y la perpetuación de nuestra especie.

¿Porqué los hombres y las mujeres vivimos el deseo sexual y el sexo de formas diferentes? Salvando la injusticia que siempre que se generaliza se está cometiendo, los hombres deseamos subconscientemente asegurar nuestra descendencia por el método de "cuanto más, mejor", seguramente porque nuestros ancestros machos no tenían a sus hijos al cargo. Pero las mujeres sí criaban a sus hijos, algo muy complejo, trabajoso, y a lo que le puede uno dedicar toda su vida. Ellas necesitaban elegir bien ya que la inversión en ese hijo era muy grande, de tal forma que su deseo subconsciente sexual sigue el método de "elige bien".

Nuestra consciencia nos ha traído muchas cosas buenas, pera también muchas malas. Nuestras sociedades son producto de ella, y dentro de ellas establecemos unas costumbres, tabúes y normas que en ocasiones nos perjudican gravemente, ya que no son justas con nuestra condición biológica. Religiones y pudores, absurdos odios como por ejemplo la homofobia, estrangulan nuestros deseos frustrando nuestros objetivos subconscientes. El resultado de esta frustración es la obsesión, la constante presencia en la mente de ese deseo insatisfecho, el último recurso subconsciente para asegurar la perpetuación genética. Y, por desgracia, con esta obsesión surgen las aberraciones sexuales, entendiendo estas no como las prácticas sexuales que a cada uno nos parezcan más allá de nuestros propios gustos, sino como costumbres en las que solo uno de los implicados está de acuerdo con la relación. Pedofilia, violación, etc. son demasiado comunes y un auténtico problema mundial.

Mantengamos sexo saludable.. dejemos de relacionar el sexo con algo sucio, negativo o vergonzoso... reconozcamos nuestras diferencias y gustos desde el respeto y la comprensión... rompamos tabús y adaptemos nuestras costumbres a nuestra biología... impidamos que nadie tenga sexo con una pareja que no admita en libertad dicha relación, con la fuerza de la justicia y la marginación social... eduquemos a nuestros hijos para que convivan con el sexo sin que uno domine al otro, de forma equilibrada, ese sutil y difícil objetivo de la vida de cada uno de nosotros.

martes, 6 de mayo de 2014

Gran hermana

A menudo soy consciente de la omnipresente y real presencia del gran hermano empapando todos nuestros actos.

Recuerdo, hace años, me molestaba comprobar cómo nos controla, cómo nos dirige para que hagamos exactamente lo que su voluntad nos ordena, como vigila cada uno de nuestros movimientos (gran hermano te vigila) y sabe absolutamente todo de nosotros. Vivimos exactamente como en 1984.

Después llegó el día en que comprendí que si no fuera por el poder que ejerce sobre nosotros, por el adiestramiento y atontamiento al que estamos sometidos no serían posibles nuestras sociedades, y acabaríamos los unos con los otros al descubrir tanta imperfección entre la que vivimos y tantos defectos sistémicos que nos hacen faltarnos a nosotros mismos y a los demás. No fue aceptación, sino reconocimiento de su función como pieza clave del puzle humano.

Hoy he pensado algo más, fruto quizá de esa falta de aceptación que nunca ha desaparecido. Puede que sea verdad, que gran hermano permite que vivamos tal como lo hacemos, que su control sea anteojeras y a la vez lo que mantiene cerrada la caja de Pandora, pero también creo que sus acciones pueden dirigirnos en mejor dirección.

Vivimos de forma totalmente autodestructiva, arrasando nuestro medio ambiente y de paso el de la mayoría de formas de vida. Vivimos egoístamente, peleando por lo mío sin conciencia de grupo, manteniendo la bota en el cuello del tercer mundo para prolongar su miseria creyendo que es la única manera de que exista nuestro primer mundo. Gran hermano nos lleva a un callejón sin salida.

¿Y su tuviésemos una gran hermana? ¿Y si en vez de parecernos tanto a los chimpancés nos pareciésemos más a los bonobos? ¿Y si una gran hermana potenciara nuestro altruismo, compasión, empatía, amabilidad, paciencia y sensibilidad?

Puede parecer un comentario feminista, pero los chimpancés son dirigidos por sus machos más fuertes y sus sociedades son violentas, inseguras para sus miembros, discriminatorias. Sin embargo, los bonobos, primates tremendamente parecidos, son dirigidos por sus hembras más sabias, y el resultado son sociedades donde sus miembros son muy felices, los problemas se resuelven por el amor y no por la guerra. La compasión determina sus actos y se comportan como un verdadero grupo de seres que quieren vivir unos con otros.

Una vez más tenemos mucho que aprender de lo ya inventado... quizá solo es cuestión de que sepamos mirar a tiempo.

¿Hasta dónde llegaríamos gobernados por una gran hermana?

domingo, 4 de mayo de 2014

Solo en mi deseo de inmortalidad.

Si, así me encuentro.

Los humanos somos gente seria. Nos gusta divertirnos y pasarlo bien, estar con la familia y amigos y "disfrutar de la vida". Nos gusta practicar nuestras aficiones y gustos. Pero sobre todo nos gusta tomarnos las cosas muy muy en serio (tal como le explica a la perfección el "hombre de negocios" al principito en uno de los planetas que este visita)

Somos serios a la hora de construir vajillas de porcelana, de planificar las estrategias comerciales de nuestra empresa de pañales, de mantener levantado un sistema informático que se encarga de contar cuantas veces hacen "click" los usuarios de una página web de recetas de comida... todo lo que tiene que ver con el trabajo humano es un asunto muy serio.

De esta seriedad a la hora de proponernos metas surgen (además de vajillas y pañales), nuestras sociedades, tecnología y conocimientos de los que disponemos. Todo un logro humano. De verdad, admiro hasta donde hemos sido capaces de llegar y teniendo en cuenta nuestros grandes defectos sistémicos y lastres evolutivos, realmente me sorprende.

Pero llegados a este punto me encuentro solo. Solo en mi deseo real y natural (bajo mi personal y por lo visto exótico punto de vista) de inmortalidad.

¿Me he pasado de ver películas de ciencia ficción? ¿Alguna sustancia psicotrópica afecta a mi sistema nervioso? ¿Matrix me posee?

Me explicaré: Vivimos, existimos, aquí estamos yo escribiendo estas alocadas palabras y tú leyéndolas. Sin pretender caer en el hondo pozo filosofal que esta afirmación supone (ya caí en él aquí) la voy a dar por válida. Y si esta afirmación es válida esta otra va seguida: Vamos a morir.

[Advertencia: Las palabras que vienen a continuación pueden herir la sensibilidad del lector. El autor del texto, en su infinita ingenuidad, cree que es más importante y útil la verdad aunque duela, y puede que no compartas su opinión]

Cada uno de nosotros se toma la tremenda presión que esta afirmación supone como quiere (o como buenamente puede): Unos creen en una religión que, sin ninguna prueba, afirma que hay otra vida después de la muerte, otros dan por cierto, sin ninguna prueba, que van a reencarnarse, otros afirman que su "energía" no muere con ellos, sino que es utilizada por otros seres vivos y de esa manera no se muere nunca. Otros, con valor y realismo afrontan su desaparición asumiendo que es natural. Miles y miles de versiones diferentes de escudos ante el mismo miedo, el que provoca saber que vamos a morir.

Yo lo tengo claro y no encuentro ni una sola prueba que me haga dudar ni un ápice. Mi muerte será mi desaparición, al igual que antes de nacer no existía. Siendo esto así, y dado mi deseo de inmortalidad, creo que deberíamos buscarla.

La medicina, una ciencia, ha conseguido hacer que vivamos el doble de años en muy poco tiempo, y seguirá haciéndonos más longevos. A nadie le parece mal, todo lo contrario. Todos estamos contentos cuando nos curan de una enfermedad y seguimos viviendo ¿no? Sería de locos (que los hay) ir en contra de una ciencia que nos permite vivir más tiempo.

Sin embargo, cuando digo que creo que toda la humanidad debería trabajar seriamente para conseguir la inmortalidad (es decir, lo que ha empezado la medicina pero por muchas más vías) soy yo el que sueno a loco. ¿No es una contradicción?. Una organización internacional, sin ánimo de lucro, financiada por todos los países en función de su riqueza que formara y agrupara a los mejores científicos del mundo en el esfuerzo multidisciplinar de luchar contra la muerte, eso para lo que está constituida toda forma de vida.

¿Cómo conseguir la inmortalidad?. No lo sé. ¿Cambiando nuestro cuerpo biológico por una representación software en un sistema informático? ¿Nanorobots que recuerden nuestro ADN y se encarguen de luchar contra la corrupción del que tienen nuestras células? ¿Dando paso a nuestros sucesores evolutivos lógicos en forma de inteligencia artificial? Cientos de vías que suenan a ciencia ficción, tal como hace 200 años lo haría la telecomunicación vía internet... eso de lo que ahora mismo estás disfrutando.

¿Cómo resolver problemas de superpoblación si seguimos naciendo y no muriendo? Quizá debamos dejar de nacer... quizá encontremos la manera de vivir como un solo individuo humanidad. ¿Hasta dónde nos llevará la madriguera de conejos si tenemos valor para seguir a Alicia?

Ningún banco ni empresa grande del mundo guarda la información en un solo lugar. Como asunto serio que es, todo lo referente a clientes y dineros se guarda en dos sistemas informáticos, que a su vez, cada uno de ellos, son dos máquinas físicas diferentes que están en ubicaciones diferentes. Además, se hace copia de seguridad diariamente para mantener esos datos durante años por si hicieran falta. Todo un esfuerzo informático para que, bajo ningún concepto, se pueda llegar a perder información. Ya hemos hablado que somos gente seria. Ahora, eso sí, cada uno de nosotros somos copia única e irrepetible, no tenemos copia de seguridad, y vamos por ahí totalmente expuestos. En el asunto más serio se nos olvida la seriedad.

Dedicado a mi hermana Juli y a mi padre que hoy me han hecho pensar ,-)

lunes, 28 de abril de 2014

¿Por qué las cosas no se arreglan solas y sí se estropean solas?

¿Por qué las cosas no se arreglan solas y sí se estropean solas?

Un coche, un sistema informático, un puente romano, algo escrito en una piedra, tu, yo, cualquier forma de vida... todo en lo que puedas pensar termina por degradarse, deteriorarse y dejar de ser lo que era. ¿Por qué? ¿Hay odio en el universo?

Mi coche tiene que pasar por el taller o dejará de andar... mis sartenes tienen su vida útil contada, antes o después estarán tan mal que ya no podré usarlas... mi corazón está latiendo (espero), pero dejará de hacerlo... el sol luce, pero llegará el día que dejará de hacerlo... Tengo que comer todos los días, si dejo de hacerlo me encuentro mal e incluso llegaría a morir... ¿por qué pasan todas estas cosas? ¿Por qué el tiempo juega en contra de todo?

Nada desaparece en esencia, pero no somos esencia... ni mucho menos. Estamos unos cuantos órdenes de magnitud por encima de nuestra esencia. No somos átomos, aunque estamos hechos de ellos: La prueba es que cambiamos de átomos y no morimos. Estamos hechos de células pero no somos células: La prueba es que cambiamos nuestras células (casi todas) constantemente y no morimos. Estamos hechos de tejidos y órganos, pero no somos órganos: La prueba es que ninguno de mis órganos vive sin los demás. Yo soy orden. Soy información. Soy la precisa y exacta disposición de cada uno de mis átomos, células, tejidos y órganos formando algo que crea una diferencia cualitativa gracias a la agrupación cuantitativa de cada una de mis partes.

Ahí está la belleza de la agrupación... creando nuevas formas de información que emerge a base de agrupar.

Esta es toda la conciencia que encontramos en la naturaleza: por un lado las leyes que promueven la agrupación... la asociación de información para hacer emerger nuevos tipos de información. La que yo llamo ley de leyes... la evolución de Charles Darwin, que lejos de poderse aplicar solo a la evolución de las especies es el autentico motor del universo.

Y por otro lado la segunda ley de la termodinámica... esto que dicho así suena tan raro y extraño es lo que estropea mis sartenes, mata a los seres vivos, nos hace necesitar comer, avería los coches, destruye las estrellas y algún día parará mi corazón y desapareceré como ser vivo (mis átomos, células, tejidos y órganos se irán a hacer otra cosa que no seré yo).

Esta ley dice ni más ni menos que el orden siempre disminuye.... que la información que contiene cualquier cosa se destruye, con mayor o menor rapidez. ¿Por qué? ¿Odio universal? ¿Algún castigo de alguno de los dioses inventados por el hombre?... no... ni mucho menos. Es tan solo una cuestión de probabilidad. Un ejemplo: Las hojas de un libro. Si las lanzo al aire sueltas solo uno de los órdenes posibles en los que las hojas se coloquen dará lugar a una historia con sentido y lógica. Todas las demás, que son abrumadoramente más probables, significarán la destrucción de la historia que contaba el libro (por cierto, sin que falte ni una sola hoja del mismo). La historia ya no estará, ya no existirá. Solo el orden de las hojas da lugar a una historia con sentido. Esto sucede, cada momento, con todo lo contenido en este universo.

http://www.ivoox.com/capitulo-1-por-cosas-no-audios-mp3_rf_3864813_1.html