viernes, 9 de diciembre de 2011

Diálogos. Conociendo a Tesla.

Salviati paseaba tranquilamente por aquella ancha calle de Madrid. No le gustaba demasiado el ambiente excesivamente ciudadano en el que siempre se sentía fuera de lugar, pero no desaprovechaba la ocasión para mirar viendo, para respirar siendo consciente de él mismo y del mundo.

Por fin llegó al lugar donde habían quedado, un pequeño parque con demasiado cemento que no conseguía aislarse del tráfico que lo rodeaba por todas partes. "Sagredo sabrá porque hemos quedado aquí", se decía a si mismo ante la extrañeza que le causaba lo diferente que era aquel lugar de los sitios en los que solían verse. El banco estaba frío, y el día no acompañaba, así que la espera se le estaba haciendo larga desde el principio.

Como de costumbre no se hizo esperar. Enseguida apareció Sagredo, pero ¡¡no venía solo!!!!. Junto a él caminaba un hombre bastante alto, muy delgado y bien vestido, aunque demasiado clásico. Cuando estuvieron suficientemente cerca su asombro, que crecía como el hongo de una explosión nuclear, no le permitía creerse lo que ya era evidente. Conocía perfectamente a aquél hombre, pero era imposible que fuera él, más que nada porque ¡¡¡había muerto hace 70 años!!!...

-SAGR: Buenos días Salviati, gran amigo, ¿Que le parece mi pequeña sorpresa?
-SALV: .... O_O

Era imposible articular palabra ni expresar gesto alguno excepto el mas sincero asombro. El mismísimo Nikola Tesla Mandic estaba frente a él, esbozando una suave sonrisa. Como si su sorpresa estuviera prevista, los dos hombres tomaron asiento.

-TESL: Me lo había advertido y se ha cumplida al 100%. La sorpresa le ha bloqueado.
-SAGR: Si...

Un hecho tan fuera de lo racional bloqueaba completamente el funcionamiento de sus pensamientos.

-SAGR: Por favor, amigo Salviati, tiene usted que disculparme por no haberle puesto en preaviso. Le voy a pedir el tremendo favor de que no haga las preguntas lógicas, que ya sé que tiene listas, para intentar racionalizar este extraordinario suceso. Simplemente disfrute de nuestra insólita compañía.

Parpadeó consciente y fuertemente un par de veces. Quiso confiar en su amigo y hacerle caso. Al fin y al cabo le había traído él.

-SALV: Señor Tesla... es un inmenso placer conocerle...
-TESL: Muchas gracias. Sagredo me ha comentado que me sería usted el adecuado para ponerme al día sobre los actuales avances tecnológicos.
-SALV: ¿Yo? El mayor de los honores me esta ofreciendo, sin duda.
-TESL: Estoy deseando conocer si se han cumplido mis previsiones.
-SALV: Por donde empezar... Bueno, definitivamente se impuso su corriente alterna al uso de la continua, como ya pudo usted ver, aunque esta se ha demostrado más eficaz para algunas tareas en las que si se usa.
-TESL: Excelente.
-SALV: Edison no gano su despiadada carrera.
-TESL: Por favor.. prefiero que no perdamos el tiempo hablando de él.
-SALV: Usted llegó a conocer los primeros años del uso de la radio, pero no se imagina el nivel al que hoy día han llegado las telecomunicaciones gracias a sus ideas e inventos.
-TESL: ¿Comunicación a distancia?
-SALV: Si señor...

Salviati se apresuró a sacar de su bolsillo su teléfono móvil.

-SALV: Mire aquí. Con este ligero y popular dispositivo puedo ponerme en comunicación con cualquier persona del mundo que disponga de uno.

La mirada curiosa de Tesla se mezclaba con su claro gesto de alegría.

-TESL: ¿Hay mucha gente con aparatos similares?
-SALV: Muchos millones de personas, mi querido Tesla. Excepto en los países pobres, son aparatos muy utilizados.
-TESL: ¿Países pobres?... pensé que la tecnología acabaría con tal lacra
-SALV: Me temo que no.. y que no va a ser su última decepción...
-TESL: A que se refiere
-SALV: Sus armas teledirigidas y defensivas... tampoco acabaron con las guerras del mundo...
-TESL: No es posible, pero como se va a hacer una guerra si ya no serán necesarias las personas...
-SALV: Las cosas, en este sentido, parecen ser mucho más complicadas de lo previsto. Hay demasiados intereses en las guerras.
-TESL: mmm... ya veo... lo siento mucho...
-SAGR: Cuéntele más sobre el móvil, por favor.
-SALV: Si, volvamos al móvil. Desde él, también, puedo enviar mensajes escritos e incluso imágenes de vídeo para ver a la persona con la que hablo.
-TESL: Sorprendente. Discúlpeme una pregunta, a nivel de comunicaciones ¿como funciona?
-SALV: Creo que esta es la parte que más le va a gustar. Estos aparatos no son capaces de emitir a grandes distancias, en vez de eso se han creado toda una red de torres, como su Wardenclyffe, a través de las cuales se centraliza la cobertura de la señal.

Aunque los dos conocían bien la naturaleza fría y muchas veces aparentemente insensible de Nikola, esta noticia claramente le estaba llegando al corazón.

-TESL: ¿Se utilizan también para la emisión de corriente eléctrica?
-SALV: No... disculpe... la electricidad sigue llevándose a todos los lugares por cable
-SAGR: Por favor, señores, puede volverse un instante

Los dos hombre siguieron sus instrucciones, y no pasaron por alto el porqué de aquella petición. Una enorme torre de comunicaciones emergía por encima de uno de los edificios que lindaban con el parque. Su diámetro en la base, no abarcable por cinco hombres agarrados de las manos la permitían llegar muy alto. Estaba provista de un buen número de radio-antenas y repetidores de telefonía móvil.

-SALV: Ahora entiendo porque hemos quedado en este lugar.

Sagredo sonrió.

-TESL: Es impresionante. Mi proyecto, mi gran idea llevada a la práctica y puesta en marcha. ¿Dice usted que hay muchas de estas?
-SALV: Son muy numerosas, su radio de acción no es demasiado grande y llagan a cubrir un alto porcentaje del territorio.
-TESL: ¿Y por el mar? ¿Que hacen en el mar?
-SALV: Ahí se recurre a comunicación por satélite. Existen un enjambre de aparatos dedicados a establecer comunicaciones en el espacio, orbitando la tierra, y desde aquí somos capaces de enviar y recibir señales de los mismos.
-TESL: Fabuloso.
-SALV: Hemos llenado el mundo de ondas que portan información. Señales de radio, de televisión, que son emisiones de imágenes para ver en pantallas que tenemos en las casas y muchos otros lugares, de posicionamiento por satélite, sabemos nuestra localización exacta gracias a la señal que mandan una red de satélites, etc.. cientos y cientos de diferentes formas de comunicación surcan el aire que estamos respirando.
-TESL: Sublime. Estoy muy complacido por lo que me cuentan. De verdad. Yo siempre he sabido que el futuro me pertenecía, pero verlo... realmente me colma. ¿Como no han convertido aún a la tierra en el gran portador de la electricidad?
-SALV: Después de usted nadie ha hecho nada al respecto. Me temo que los intereses económicos siempre han impedido el avance científico si no es buscando rentabilidad. Lo que usted propuso iba en contra de esa ley, y le ha salido demasiado caro.
-TESL: Ya veo. Cometí el error de no trabajar en secreto en su día y aún lo están pagando. Claro que trabajar con 12 millones de voltios en secreto es complicado.
-SAGR: Energía, también tenemos que contarle nuestras fuentes de energía actuales.
-TESL: Supongo que se estarán aprovechando todos los cursos fluviales para la obtención de energía.
-SALV: Bueno... en este tema hay cosas que creo le gustarán, como que con la energía de ríos, mares, calor de la tierra y sobre todo viento y sol cubrimos en nuestro país el 40% del consumo eléctrico.
-TESL: 40... y porque no el 100%. Siempre he sido defensor de que una vez conseguida una tecnología sus posibilidades son cuantitativamente infinitas.
-SALV: Si... creo que tiene usted razón, pero siempre hay intereses económicos detrás de estas cosas. Si consiguiéramos el 100% de la energía del sol y del viento, algo que es perfectamente posible ¿Que sería de las industrias de las centrales térmicas y nucleares?
-TESL: ¿Nucleares?
-SALV: Si. En contra de lo que usted siempre sostuvo, Einstein tenia razón. Gracias al estudio del átomo somos capaces de, utilizando átomos muy grandes conseguir que se rompan controladamente pero en cadena, y cada una de estas divisiones convierte materia en energía, tal como describió Einstein. Tenemos centrales en las que con esta técnica conseguimos electricidad.
-TESL: Inesperado, sin duda. Siempre me parecieron demasiado poco relacionadas con la realidad sus afirmaciones, la verdad. Pero ¿como convierten la energía en electricidad? ¿También es algo relacionado con los átomos?
-SALV: No. Una vez que se consigue el calor, se calienta agua con él y se mueve un generador a través de una turbina, es decir, todo tal y como usted lo diseño. En todo este tiempo no ha cambiado nada. Sigue usted presente en todos los procesos de obtención y utilización de la energía eléctrica.
-TESL: Siempre lo supe. Por muy mal que me fueran las cosas, incluso después del incendio, seguí trabajando porque sabía que trabajaba para el mañana.
-SAGR: El mundo le debe mucho, sin duda señor Tesla.
-SALV: Si, no solo por todo lo que hizo, sino por los sacrificios personales.

Por un instante quedaron en silencio, como si fuera a continuar hablando Nikola pero hubiera dudado en como seguir.

-TESL: Deben disculpar mi atrevimiento al hacer esta pregunta tan falta de decoro, pero ¿soy una celebridad? ¿Me ha situado la historia en mi justa posición de grande entre los grandes?

Salviati no pudo evitar ensombrecer el rostro.

-SALV: Bueno... no se muy bien como decirle esto.
-SAGR: Tiene usted alguna estatua, incluso un museo.
-TESL: Ho.. ya veo.
-SAGR: Y le pusieron su apellido a la unidad fundamental del magnetismo.
-TESL: Eso me gusta... aunque hubiera preferido algo relacionado más directamente con la corriente eléctrica.
-SALV: Su posición está aún muy lejos de ser justa, señor Tesla. Me temo que 70 años después su nombre aún no se salva de la persecución que toda su vida le acechó.
-TESL: ¿Quiere decir que no he alcanzado la fama mundial?
-SALV: Me temo que no, señor Tesla. Sigue usted sin tener el reconocimiento que sin lugar a dudas merece.

Tesla consiguió ponerse aún más serio de lo que acostumbraba, pero se resistió a demostrar lo más mínimo los sentimientos que sin duda estaban siendo muy fuertes en su corazón. Permaneció unos instantes callado manteniendo la mirada.

-TESL: Señores, me ha sido muy grata su compañía, pero he de retirarme. El dolor de cabeza apenas me deja continuar pensando y debo dar de comer a las palomas. Si me disculpan.

Sin más dilación comenzó a andar lenta pero firmemente. No hubo tiempo para más despedida. Una vez solos, Salviati no pudo contener más las preguntas lógicas.

-SALV: Ahora que este increíble encuentro ha acabado, por favor, amigo Sagredo, expliqueme como es posible lo que acaba de suceder.
-SAGR: No es tan complicado de entender, mi apreciado Salviati. Si usted y yo somos la misma persona y siempre andamos hablando ¿Que dificultad puede haber en que quedemos con alguien más?
-SALV: Tiene usted razón, visto así, no es tan sorprendente, no.
-SAGR: Le veremos más, sin duda, no sufra usted por todo lo que se ha quedado con ganas de contarle.
-SALV: Si, es verdad. ¿Le importaría traerle mañana otra vez, si nos vemos aquí de nuevo?. No le he comentado nada sobre el transistor, el microchip, la informática, Internet, los rayos X, el envío de señales al espacio profundo, las misiones a Marte, tantas y tantas cosas.
-SAGR: No faltaría más. Si nos vemos mañana me encargaré de traerle.

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