domingo, 15 de noviembre de 2009

Sobre la risa

Salviati:

Muy diferentes parecen las situaciones que provocan risa en las personas. Ver a alguien que va despeinado sin darse cuenta, alguien que tropieza, un chiste bien contado. Incluso la misma situación, en contextos distintos, puede provocar mucha risa o todo lo contrario. Las diferencias entre lo que hace gracia a una persona y a otra también son grandes. El mismo estímulo que para uno es gracioso para otro no lo es. También podríamos hacer diferenciaciones entre lo que hace gracia a personas de distintas edades, distinto sexo, distinta nacionalidad, distinta condición social, distinta religión. Casi hablamos de algo que es exclusivo de cada persona.

Además la risa es un comportamiento de carácter involuntario, nadie puede reírse sin que algo se lo provoque, a menos que lo haga fingiendo.

Después de mucho pensar en que patrón común había en todas las situaciones graciosas he llegado a una teoría sobre la naturaleza de la risa. Nuestro cerebro nunca vive el presente. Es mucho mejor para nosotros, según la ley de leyes, vivir un futuro muy inmediato, de tal manera que siempre estamos especulando un futuro próximo formulado a partir de las percepciones del mundo y de nuestros recuerdos de situaciones anteriores vividas. No dejamos de predecir lo que está a punto de suceder en base a toda una colección de experiencias similares anteriores, partiendo del mundo percibido y siguiendo lo que entendemos por lógico. Pues bien, las situaciones graciosas son las que, sorpresivamente para nosotros, desvían el curso de los acontecimientos de lo que nosotros esperábamos en nuestro futuro inventado, desembocando en una situación agradable para nosotros, y muchas veces conectando dos áreas del conocimiento que hasta entonces no teníamos por relacionadas.

Es importante que la sorpresa no nos lleve a una situación que entendamos por desagradable, ya que si es así no solo no habrá gracia, sino todo lo contrario. Un ejemplo: Ves a alguien que está a punto de sentarse en una silla. Que futuro inmediato construye instantáneamente tu cerebro: en base a las veces anteriores en las que has visto esta misma situación “sabes” que la silla sostendrá el peso de la persona quedando esta sentada sobre ella. Pero… sorpresa… la silla se rompe y la persona cae al suelo. ¿Te hace gracia lo sucedido?. Depende. Si la situación final se entiende como agradable si. Me explico completando el ejemplo. Si la persona que ha caído al suelo es una amigo tuyo, estas en una cafetería dentro de un ambiente conocido y acompañado por otros amigos y tienes claro que no ha sufrido danos físicos graves, lo mas seguro es que tengas para reírte el resto de la semana. Sin embargo si la misma situación le sucede a una mujer que está embarazada, o a un desconocido que del golpe queda inconsciente no solo no te hará gracia sino que será una situación muy desagradable. La empatía sentida hacia el protagonista del accidente te hará llegar a una situación que entiendes como desagradable y es requisito indispensable para que algo haga gracia que no sea así.

1 comentario:

  1. Amigo mío.
    El presente no existe de puro efímero que es.
    el futuro no existe.
    Vaya tela.
    Solo existe el pasado.
    El presente y el futuro nos lo inventamos para no preguntarnos las eternas preguntas:
    Quién coño soy. De donde coño vengo. y adonde coño voy.
    Lo siento soy un poco simple.

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